DIA 14 - OSAKA y NAOSHIMA (ENTRADA 2X1)

Konichiwa everybody!!! Que tal estáis??? Nosotros muy bien.

Hoy el día ha empezado diferente. Nos hemos separado durante la jornada de hoy para ver cosas diferentes y aquí van nuestras dos crónicas, no perdáis detalle! :D

Miri y Kike nos lo hemos tomado más tranquilamente, nos apetecía tomarnos un día con un poquito más de calma, así que mientras que Carlos y Mike se han ido mientras aún dormíamos, nosotros nos hemos levantado un poco más tarde y hemos ido a desayunar sin prisa.

A media mañana hemos cogido el Shinkansen hasta Osaka y hemos dejado las maletas en el hotel Kansai (sí, esta vez es hotel) que es súper céntrico. No está mal, pero el hall engaña un poco, parece más de lo que es. Nuestras habitaciones están como en un edificio adjunto con peor pinta y las habitaciones son pequeñas y un poco cutres. Y la zona... pues podríamos decir que estamos en el barrio rojo de Amsterdam (bueno, tampoco tanto) pero estamos rodeados de locales ¨chicas¨, de vídeos para adultos y de hoteles del amor. Los hoteles del amor es algo muy normal en Japón. Son hoteles normalmente por horas y discretos donde las parejas van a lo que van sin necesidad de dar mucha explicación.

Una vez ya paseando por Osaka, nuestra primera impresión es que es un poco Las Vegas de Japón. Es una ciudad con una oferta de ocio asombrosa, tiendas y restaurantes por todos lados y gente... mucha gente! Nos ha dado la impresión que es la ciudad con más movimiento en las calles, de las que hemos estado. Además hay una vida paralela subterránea, lo que quiere decir que bajo tierra hay túneles y más túneles repletos de nuevo, de tiendas y restaurantes. Y la gente es que no deja de consumir, a toda hora y no poco no, mucho! Aquí el nivel de vida en general parece alto, porque las cosas son caras, así que los sueldos de los japoneses deben ser buenos.

Una vez en Osaka nuestra primera parada ha sido el City Walk, de Universal Studios. Es una zona comercial y recreativa ambientada en las películas y personajes. Es parecido al que hay en Los Angeles, pero éste tiene elementos de filmografía nipona con manga y anime, además de ser más pequeño y estar  un poco más descuidado.

Una cosa que nos ha hecho mucha gracia ha sido ver el show de una chica y su mono que era súper gracioso y daba saltos, caminaba haciendo el pino, etc...

Ya estaba oscureciendo y nos dirigimos a la zona de Dotonbori. 

Es un barrio de ocio efervescente y especializado en la vida nocturna. A parte de restaurantes y tiendas, hay un gran número de bares y locales de actualidad donde se mueve la mayoría de jóvenes de Osaka. Es un barrio también en el que ver las últimas tendencias de moda y los chicos y chicas más ¨cool¨y hasta estrambóticos de la ciudad. Aquí es donde se ve a los chicos son el pelo teñido a lo pollito, peinados cardados y combinaciones de prendas más inusuales (para nosotros). Pero nos ha encantado.

Aquí es muy típico comer Takoyaki. Son bolas que recuerdan a un buñuelo y están rellenas principalmente de pulpo o alguna verdura y puedes pedirlas con sal o son salsas. Hay muchísimos puestos así que nosotros para elegir uno nos guiamos por el que tenía más cola, que parecía ser el más popular.

Estuvimos paseando tranquilamente, entrando en tiendas, nos tomamos un heladito y chino chano fuimos tirando para el hotel. 

Lo que más nos gustó fue en la plaza que hay a la salida de la estación de Namba había una concentración de bailarines de diferentes estilos, aunque sobretodo de baile urbano. Allí tenían sus zonas con su música y hasta espejos, que parecía que estaba habilitado expresamente para eso. Había gente aprendiendo y otros que parecían estar enseñando a sus grupos. Nos estuvimos un buen rato disfrutando del espectáculo.

Mike y Carlos hemos decidido aprovechar el último día del Japan Rail y hacer una excursión un poco rocambolesca a Naoshima, una isla entre Hiroshima y Osaka conocida por tener un gran número de museos y un bonito enclave de los mismos. 

Así que madrugón al canto con los maletones y paramos en Okayama para dejar las maletas en un locker que por poco no nos cabe, tuvimos que apretar un poco para cerrarlo jaja Y luego otro tren hasta Uno y allí un ferry directo a la isla. Todo junto fueron unas dos horas y poco. Y aunque parezca un poco locura se pasó rápido.

Naoshima es una isla no muy grande, tiene unos 3500 habitantes y viven principalmente del turismo cultural. No hay edificios altos y muy pocas casas por la zona que nos movimos y pocos coches. En general se respira tranquilidad. La naturaleza envuelve toda la isla, con una costa de playas y calas. 

En la isla hay varios museos. Nosotros no íbamos a ir a todos. Así que elegimos el Benesse House Museum que está en una colina con vista preciosas. 

Es adyacente a un hotel. Tiene obras de arte, pinturas y esculturas, repartidas en tren plantas, todo con un diseño muy moderno, además de obras expuestas en los jardines y al aire libre.

Nuestra favorita no podía ser otra que la famosa calabaza del final del espigón que se ha convertido en todo un emblema de esta isla llena de arte. 

De vuelta al centro comimos en un sitio de comida ecológica, en un restaurante de aspecto tradicional y con un menú vegetariano bueno y barato.

Luego estubimos paseando viendo un par más de museos abiertos, en que las obras se podían ver desde fuera, como es el Arts House Project. Una exposición que engloba 6 casas antiguas del pueblo en las que manteniendo las estructuras originales, actualmente albergan obras de arte. La idea de aprovechar los espacios originales y fusionarlo con arte moderno nos parece muy acertada.

Luego fuimos a un onsen. Pero estando en una isla artística el onsen no podía ser diferente y estaba todo ambientado en obras de arte, con dibujos y un diseño vanguardista. De eso no tenemos fotos, no seáis pillines... jejeje

Esperando al ferry de vuelta a Uno a Carlos lo pillaron, la televisión francesa, uno de los canales principales, para hacerle una entrevista. Es la tercera vez en este viaje que vienen con cámaras a entrevistarnos. Y a nosotros nos encanta! jaja

De vuelta a Uno y luego a Otoyama, coincidió que en esta última ciudad estaba de Matsuri. Como hemos explicado anteriormente son como fiestas mayores, fiestas de los pueblos o las ciudades en las que suelen haber fuegos artificiales, paraditas de comida, bailes y música. Pero sobretodo mucho ambiente y gente autóctona viviendo sus tradiciones de verdad. Aprovechamos para pasearnos y ver de cerca sus costumbres y observar a la gente en un ambiente más distendido y en el que al igual que nosotros saben como pasarlo bien.

Y fuimos a coger el tren... no, este no fue nuestro tren, aunque era bien ¨kawaii¨

Llegamos a Osaka sobre las 9 de la noche, cenamos poquito y esperamos a encontrarnos con Miri y Kike. Nos queda un día en Osaka repletetito de cosas por hacer... hay hasta una noria gigante!!!!  

Un besazo grande!!!

Cuidaros mucho!